Las T-shaped skills (o habilidades en forma de T) son fundamentales para identificar a profesionales con capacidad de producir un impacto positivo en los equipos en los que participan.
Las T-shaped skills son cualidades y rasgos que poseen ciertos profesionales y que los hacen especialmente valiosos para las organizaciones en las que trabajan. Las personas con estas habilidades se caracterizan por tener amplios conocimientos y experiencia en áreas específicas relacionadas con su desempeño y éxito profesional.
La metáfora visual de la T sirve para representar los puntos fuertes de un individuo, siendo la línea vertical la que representa la experiencia, la disciplina y el conocimiento de un campo concreto, y la línea horizontal la que representa las competencias interdisciplinares y la capacidad de colaborar con profesionales de otras disciplinas y roles.
Actualmente, en muchos procesos de selección se suele buscar este tipo de profesional con T-shaped skills, ya que aporta un valor añadido. Se busca especialmente cuando se construyen equipos interdisciplinares, lo cual es altamente frecuente cuando hablamos de entornos agile para desarrollo de producto digital, si bien es aplicable a otras circunstancias y siempre es una característica valiosa por cuanto demuestra de la propia persona en el sentido de curiosidad, proactividad, capacidad de aprendizaje.... Es por esta razón que desarrollar e identificar tus T-shaped skills te permite destacar sobre otros candidatos. Pero, sobre todo, te facilitará crear un impacto positivo en los equipos en los que formes parte, al tener una visión transversal y poder colaborar más activamente con el resto profesionales de las disciplinas relacionadas con los que es necesario trabajar en equipo, con el consiguiente beneficio tanto para ti como para tus compañeros.
Utilizado por primera vez por David Guest en 1991, el término T-shaped skills fue popularizado por Tim Brown, CEO de IDEO, respaldando este enfoque a la hora de crear equipos de trabajo multidisciplinares para los procesos creativos. Existe una aproximación anterior al concepto, cuando en McKinsey & Company utilizaban internamente el término T-shaped man en la década de los 80.
Si tomamos como ejemplo las skills de un programador, sus hard skills (habilidades duras) pueden ser los distintos lenguages de programación, entornos de desarrollo, metodologías... Eso sería la línea vertical de la T. La línea horizontal de T vendría determinada por una serie de habilidades que podrían incluir su capacidad para entender mejor los prototipos que llegan de diseño, de arquitectura de sistemas para trabajar mejor con los equipos de infraestructuras, de agile para facilitar las dinámicas de equipo, de SEO para entender mejor las necesidades de las personas encargadas de hacer el posicionamiento.
Si tomáramos como ejemplo un diseñador de producto digital, su línea horizontal podría incluir conocimientos básicos de programación o maquetación en HTML, que podrían no ser suficientes para desarrollar un producto digital, pero sí para entender cómo funciona en la práctica la reutilización de los elementos de un sistema de diseño o ser capaz de distinguir si lo que está diseñando tiene una implementación sencilla o extremadamente complicada, aspectos de accesibilidad, una vista superficial de lo que permite la inteligencia artificial y por tanto podría integrar en el producto...
Estos profesionales no tienen por qué estar especializados en ninguna de esas áreas que conforman la línea horizontal, ni siquiera ser capaces de completar un entregable fuera de su área de especialización, pero lo que les hace destacar es esa visión más transversal gracias a la cual podrán cooperar mejor con los profesionales correspondientes de esas áreas.
En Digital Skills Institute tenemos como objetivo inspirar y formar a profesionales del sector digital, apoyándoles en el desarrollo de sus T-shaped skills.
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