El 15 de noviembre de 2024, X modificó sus políticas de privacidad para vender datos a terceros y entrenar IA, lo que provocó un éxodo hacia Bluesky, que prioriza la privacidad. Artículo publicado en eldiario.es y recomendado por Digital Skills Institute el 18 de noviembre de 2024.
El 15 de noviembre de 2024 significó un cambio importante en el ámbito de las redes sociales con la modificación en las políticas de privacidad de X, la plataforma anteriormente conocida como Twitter. Esta actualización permite a la compañía vender datos personales de sus usuarios a terceros para que entrenen sus inteligencias artificiales. Esta noticia ha generado cierta agitación entre los usuarios, especialmente porque fue comunicada de forma discreta, sin un aviso directo. Para quienes continúan utilizando los servicios de X después de esta fecha, se considera que han aceptado los nuevos términos y condiciones.
La red, propiedad de Elon Musk, ha fundamentado esta decisión en la posibilidad de compartir o divulgar información personal con terceros “dependiendo de la configuración” elegida por el usuario. Esto significa que, a menos que se desactive explícitamente esta opción desde el panel de configuración de la aplicación, X puede compartir estos datos para que empresas entrenen sus modelos de IA, sean generativos o de otro tipo. Sin embargo, esto no afectará la información básica que X comparte con sus socios comerciales para asegurar el funcionamiento y mejora de sus productos.
Paralelamente, X ha enfrentado una migración considerable de usuarios hacia Bluesky, una plataforma similar que promulga un modelo más respetuoso con la privacidad, al no centrar su modelo de negocio en la recolección de datos personales. En menos de un año, Bluesky ha acumulado 16 millones de usuarios, alcanzando un récord de un millón de registros en solo 24 horas, coincidiendo con la victoria electoral de Donald Trump.
El enfoque de Musk hacia el negocio de la inteligencia artificial ha sido siempre ambicioso. Con antecedentes como su implicación en la fundación de OpenAI, Musk ha demostrado un interés constante en el desarrollo de asistentes virtuales. Tras dejar OpenAI, creó XAI, responsable del desarrollo de Grok, un asistente de IA diseñado para ofrecer respuestas entretenidas, basadas en el uso del humor y el sarcasmo. Este asistente está inspirado en personajes ficticios como Jarvis de "Iron Man" y Marvin de "La guía del autoestopista galáctico".
El trasfondo de estas políticas y desarrollos tecnológicos radica en la utilización del contenido generado por los usuarios durante años para el entrenamiento de algoritmos avanzados. La preocupación general entre los usuarios sobre la privacidad está impulsando cambios en sus preferencias, como se evidencia en el aumento de la adopción de plataformas alternativas como Bluesky, que aseguran un tratamiento más ético de la información personal.
El entorno de las redes sociales se encuentra en una coyuntura donde el debate sobre la privacidad y la ética en el uso de los datos ocupa un lugar central. Este cambio resalta la necesidad de que los usuarios estén informados sobre la gestión de sus datos personales y la influencia que estas políticas tienen en su experiencia digital. La tendencia de vender o compartir información a terceros no solo pone en jaque la privacidad, sino que también provoca una reflexión crítica sobre los límites y responsabilidades de las plataformas tecnológicas.
Los cambios en X demuestran cómo la recolección de datos se ha convertido en un pilar estratégico para el desarrollo de nuevas tecnologías y la expansión de servicios generativos de inteligencia artificial. Mientras esta tendencia continúa, los usuarios deben ser más conscientes y proactivos sobre las configuraciones de privacidad de las plataformas digitales que utilizan. Esto subraya la importancia de leer y entender los términos de servicio y políticas de privacidad para tomar decisiones informadas sobre su presencia digital.