Netflix permite ver contenido a velocidades aumentadas, ayudando a consumir más en menos tiempo, aunque genera debate sobre la calidad de la experiencia visual. Artículo publicado en businessinsider.es y recomendado por Digital Skills Institute el 28 de febrero de 2025.
En el moderno panorama de consumo de contenido, Netflix ha implementado funciones que permiten a los usuarios ver series y películas a velocidades de 1,25x y 1,5x. Esta capacidad innovadora responde a un deseo creciente de consumir más contenido en menos tiempo. Mientras que algunos podrían ver esta práctica con escepticismo, para otros representa una flexibilidad bienvenida para adecuar su experiencia visual a su ritmo de vida acelerado. El objetivo principal de este ajuste de velocidad es ofrecer una opción para aquellos programas que no requieren de una visión detallada, permitiendo a los espectadores disfrutar de más contenido en el tiempo limitado del que disponen.
Un ejemplo mencionado con frecuencia es el reality show "Love Is Blind", en el cual largas pausas dramáticas hacen que la función de aceleración sea especialmente útil, ya que ayuda a dinamizar el ritmo sin alterar en exceso la tonalidad de las voces. Aunque Netflix no ha proporcionado datos concretos sobre cuántos usuarios utilizan esta opción, parece constituir un nicho pequeño pero entusiasta de la audiencia. Esta opción también se utiliza comúnmente en contextos donde las personas buscan maximizar su tiempo, como durante sesiones de ejercicio.
Es importante señalar que este fenómeno de "speed watching" no es exclusivo de Netflix. Otras plataformas, como YouTube, ofrecen funciones para acelerar vídeos a una velocidad incluso mayor, hasta 2x. Además, hay extensiones de navegador que permiten a los usuarios ajustar la velocidad de cualquier contenido audiovisual, llevando este hábito de consumo a extremos que pueden parecer sorprendentes para algunos. Este hábito podría estar vinculado a las peculiaridades de nuestro entorno digital contemporáneo, donde los jóvenes adultos, en particular, consumen contenidos de maneras novedosas, empleando plataformas como TikTok con vídeos que mezclan fragmentos de diferentes medios.
El fenómeno refleja un cambio en cómo la gente consume contenido hoy en día. Puede interpretarse de dos formas: una optimista, que sugiere que nuestra capacidad cognitiva se ha adaptado para procesar información más rápidamente; y otra más crítica, que plantea la idea de que nuestra capacidad de atención se ha degradado. Este patrón también se observa en el mundo del audio, donde muchos oyentes de podcasts y audiolibros tienden a acelerar la velocidad de reproducción, buscando maximizar su asimilación de contenidos en situaciones que tradicionalmente no lo permitirían.
Por otro lado, el uso de esta modalidad ha levantado un debate sobre cómo afecta la percepción del contenido audiovisual en términos de calidad y apreciación artística. Quienes prefieren la experiencia tradicional de ver una película o serie podrían argumentar que el "speed watching" impacta negativamente en la inmersión y el disfrute del arte cinematográfico. Aun así, resulta innegable que el ritmo acelerado del día a día ha encontrado en esta función una herramienta útil para acompañar a quienes no desean perderse las últimas tendencias en entretenimiento, pero carecen del tiempo necesario para consumirlo en su totalidad a la velocidad normal.
En suma, la posibilidad de ver contenido a velocidad incrementada es una respuesta a las demandas del mundo moderno, donde el tiempo es un recurso escaso y el apetito por nuevas experiencias audiovisuales continúa creciendo. Aunque su uso puede no ser universal, la opción representa un símbolo del continuo esfuerzo de las plataformas por adaptarse a las cambiantes preferencias del público y un claro testimonio de cómo las nuevas herramientas tecnológicas reformulan nuestras interacciones con los medios de comunicación y el entretenimiento.