6 conductas de autocuidado en el trabajo
El autocuidado en el trabajo es esencial para la salud física, mental y social, mejorando el bienestar personal y fortaleciendo relaciones mediante empatía y comunicación asertiva. Artículo publicado en lamenteesmaravillosa.com y recomendado por Digital Skills Institute el 24 de abril de 2025.
El trabajo ocupa una gran parte de nuestra vida diaria, con un promedio de ocho horas al día durante aproximadamente 50 años. A lo largo de este tiempo, es crucial desarrollar estrategias de autocuidado que promuevan la salud laboral. Estas estrategias son esenciales no solo para restablecer y prevenir problemas de salud mental, sino también para fortalecerla. Siguiendo la noción de salud de la Organización Mundial de la Salud, que abarca el bienestar físico, mental y social, es evidente que la salud no solo implica la ausencia de enfermedades, sino también la capacidad de realizar conductas que la promuevan.
En el entorno laboral, el estrés es una de las grandes problemáticas que enfrentamos. Factores como la sobrecarga de tareas o la falta de claridad en las responsabilidades pueden generar altos niveles de estrés. Para manejar estos episodios, técnicas sencillas como los ejercicios de respiración, conocidos como el método 3x3, pueden ser útiles. Este método implica inhalar, sostener y exhalar durante tiempos que se ajusten a la comodidad de cada persona. Al tomar conciencia de nuestras emociones y sentimientos, podemos entender mejor las señales que nuestro cuerpo y mente nos envían. Reconocer el miedo y el enfado, por ejemplo, nos permite desarrollar estrategias para abordar situaciones que nos incomodan o angustian.
La empatía es otra habilidad crucial que fomenta el ambiente laboral saludable. Al comprender y resonar con las emociones de los demás, se fortalece la comunicación y se promueven vínculos más sólidos. En este sentido, ponerse en el lugar del otro y tratar de entender su perspectiva, sin juzgar inmediatamente, es vital. La comunicación asertiva es igualmente importante, permitiendo expresar pensamientos, emociones y deseos de manera clara, pero sin herir a los demás. Esta habilidad se manifiesta a través de la capacidad de negociar tareas o responsabilidades laborales con efectividad y respeto.
Fortalecer las relaciones interpersonales en el trabajo es un componente esencial del autocuidado. Un apoyo social sólido proporciona a las personas una red de seguridad que resulta invaluable durante momentos difíciles. Además, fomentar relaciones bidireccionales, donde el apoyo sea mutuo, es fundamental para mantener y fortalecer esas redes con el tiempo. El enfoque en la salud relacional en el entorno laboral también implica construir y cuidar estas conexiones, creando equipos de trabajo más cohesivos y productivos.
La creatividad y la innovación son motores no solo para el progreso organizacional, sino también para el autocuidado personal en el trabajo. Adoptar nuevas conductas o estrategias que mejoren la salud ocupacional, como el uso de protectores de pantalla para reducir el estrés visual o tomarse pausas para escuchar música relajante, puede ser fuentes de renovación personal. Incorporar cambios simples pero efectivos en la rutina diaria puede marcar una significativa diferencia en el bienestar general.
El autocuidado en el trabajo debe entenderse como un conjunto de habilidades y comportamientos que podemos aprender, perfeccionar e integrar en nuestra vida diaria para mejorar nuestra salud. Implementar estas estrategias no solo potencializa el bienestar individual, sino que puede traducirse en un entorno laboral más saludable, productivo y colaborativo. Estos enfoques no solo benefician a los individuos que los practican, sino que también tienen un impacto positivo en las organizaciones al fomentar una cultura de bienestar y respeto mutuo entre sus miembros.
